Lavar, pelar, retirar el hueso y trocear los melocotones.
Colocarlos en una olla o en una cazuela grande y añadir el zumo de limón junto con el edulcorante. Mezclar todo y taparlo con un trapo de cocina limpio durante dos horas como mínimo. *Yo lo dejo reposar toda la noche.
Preparar los tarros. Para ello hay que comprobar que están intactos y con las tapas sin golpes o marcas de oxidación. Lavarlos y hervir en agua durante 5 minutos. *Hervir los tarros sin cerrar.
Llevar la cazuela a ebullición, a fuego lento, sin dejar de remover. Retirar la espuma que pueda ir soltando con ayuda de una cuchara o de una espumadera.
Comprobar de vez en cuando el espesor de la mermelada y dejarlo reducir hasta que la fruta esté casi desecha (45 minutos aproximadamente y mucha paciencia). Para conseguir una textura mucho más fina os recomiendo pasar la batidora.
Opcional: Para ahorrar tiempo, se puede espesar con ayuda de láminas de gelatina neutra. Para ello en un bol lleno de agua, hidratar las láminas de gelatina durante 3-4 minutos y añadirlas a la mermelada sin dejar de remover. Apagar el fuego.
Envasar con mucho cuidado, con los tarros aún calientes, llenándolos hasta el borde. Limpiar la tapa y cerrar bien. Cuando se enfríen, se cerrarán al vacío.