La alimentación de los más pequeños de la casa es siempre una preocupación. Por esa razón desde nuestra consulta de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas aconsejamos educarlos en ello lo antes posible. Por suerte o por desgracia los niños están sobreestimulados en cuanto a alimentos insanos se refiere. En todas partes hay productos muy llamativos, pero poco nutricionales, de ahí la lucha en conseguir una alimentación saludable en niños.
Lo anteriormente mencionado, unido al estilo de vida tan rápido que llevamos, complica poder establecer una educación alimentaria sana y recurrimos a productos de fácil consumición. Existe un sinfín de comidas destinadas a los niños, como son las galletas, los zumos, los batidos y los cereales, los cuales a todos los menores les encanta. Por este motivo se dificulta mucho poder contener dentro del hogar unos hábitos sanos e inculcar unos valores férreos sobre la buena alimentación saludable en niños.
Consejos para una alimentación saludable en niños
En la clínica solemos trabajar esta epidemia de sobrealimentación infantil con los padres desde una perspectiva holística. A continuación detallaremos algunos de los consejos que se brindan para conseguir una alimentación saludable en niños y que además se convierta todo en una experiencia agradablesin ningún tipo de conflicto.
Enséñales a escucharse
Sabemos que es complicado. Es algo que nosotros como adultos tampoco sabemos hacer del todo bien. Pero enseñarles a los niños a escucharse, que se den cuenta si tienen hambre o si se sienten saciados les ayudará a comer en los momentos que lo necesite; no por aburrimiento o ansiedad.
Los niños gastan mucha energía y para ello es importante que tengan una alimentación equilibrada que les aporte todo lo que necesitan. Es mejor que coman dos filetes más de lo habitual o repitan macarrones, a que estén dándole vueltas a la nevera porque se han quedado con hambre. Estudia y averigua cuáles son sus horas de más necesidad y que comidas le sacian más.
Ofrece alimentos saludables
Una pauta muy sencilla es válida para niños y adultos. Es no tener a mano alimentos que no queramos comer, y poner a la vista aquellos que sí queramos consumir. Igual funciona para los menores, ofréceles en casa siempre alimentos sanos en todas las comidas, la fruta debe estar lista para consumir y cerca de ellos para potenciar su ingesta.
Como decíamos, los niños suelen tener hambre entre horas. Se pasan el día jugando y realizando actividades deportivas. Para saciar esta necesidad lo mejor es dejarles a manos alimentos de consumo rápido como la fruta, los yogures o los frutos secos. De esa forma no pedirán galletas ni batidos, algo que les ayudará a tener una buena relación con la comida en el futuro.
Actúa con el ejemplo
Los niños aprenden a través de la imitación, siempre querrán hacer aquello que ven en los padres. Por este motivo siempre comentamos a los padres que ellos deben actuar como ejemplo para los más pequeños. De nada vale obligar a un niño a merendar fruta si ven a los padres comerse un dulce a su misma vez.
El compromiso por una alimentación saludable en niños debe ser familiar, y todos en la casa deberán intentar comer lo mismo. De esta forma ellos aprenderán con el ejemplo. A la larga normalizarán cuáles son las comidas que deben ingerir en cada momento del día, algo que les servirá para el futuro.
No medir lo que come un niño
Algo muy dañino que solemos hacerles a los niños es comparar si comen más o menos que otros chicos de su edad. Es algo totalmente contraproducente, dado que le puede generar muchas dudas e inseguridadesansiedad por la comida, pensando que comen demás o que comen de menos.
Preocúpate lo que comen, más que de cuento comen. Los niños, si no intervenimos, saben regularse y es importante que los sigamos guiando para mostrarle como seguir haciéndolo. Y sobre todo no obligarlos ni a comer ni insistirle en que dejen de hacerlo.
No hay prisa por comer
Los niños cuando comen se distraen, se cansan o se aburren, y no pasa nada, hay que dejarlos fluir y que vayan acabando cuando su cuerpo se lo pida. En ocasiones los padres se estresan, porque los menores son muy lentos, o no les da tiempo a comérselo todo durante las horas de recreo o comedor.
No pasa nada, si en casa ofrecemos una alimentación saludable, los niños cuando vuelvan a casa tengan hambre por no haber comido lo suficiente podrán alimentarse un poco más de aquellos nuevos alimentos.
Por ejemplo, si en el comedor escolar no le ha dado tiempo a terminar su almuerzo porque suele ser lento o distraído. Prepárale una merienda un poco más fuerte basada en comida energética y equilibrada. Un bocadillo de pan integral, junto a una pieza de fruta, un bol de yogur natural con frutos secos y fruta. Además puedes agregar hummus con zanahoria, picos integrales y fruta, etc.