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Consecuencias y desencadenante de la carga mental

En este artículo queremos contar cómo la carga mental puede afectar de forma negativa a la salud y a las decisiones que tomamos en torno a ellas. Este concepto se utiliza para hablar de las consecuencias psicológicas que supone llevar esta presión en la cabeza durante el día a día sin poder librarnos fácilmente de ella.

La carga mental hace referencia a un conjunto de tensiones que se le inducen a la persona desde del exterior y ella acaba asumiéndolas como propias. Suele estar asociado a la mujer, debido las responsabilidades que se les exige en demasía si las comparamos a las de su género contrario. Según un estudio de PyG el 71 % de las mujeres sufre carga mental en comparación a un 12 % de los hombres.

Se la llama también la carga invisible, debido a que no es algo tangible ni se demuestra fácilmente. Por ello, cada vez se realizan más estudios sobre las consecuencias que esto conlleva a nivel físico y mental. Desde que comenzó la pandemia mundial del Covid-19, esta explotación se ha hecho cada vez más visible y las consecuencias han empeorado significativamente dejando al descubierto esta situación.

Consecuencias y desencadenante de la carga mental

La corresponsabilidad aún no se ha alcanzado en su totalidad, lo que supone que la mayor parte de los cuidados del hogar, ya sea de padres, hijos o hermanos, caigan sobre los hombros de las mujeres. Además, a todo ello hay que sumarle el denominado como trabajo fuera de casa, en el cual también deben soportar una mayor carga bajo el mínimo reconocimiento.

Todo esto al final acaba pasando factura, tanto mental como física, pues el cansancio, el estrés y el intenso trabajo acaba perjudicando muchas facetas de la vida.

Consecuencias físicas

A nivel físico podemos encontrar la siguiente sintomatología:

Cansancio generalizado

Debido al sobreesfuerzo diario al que estamos sometidas, solemos arrastrar un cansancio casi crónico que nos impide desarrollarnos. Esto hace que no rindamos bien y no disfrutemos de los días o fechas importantes por ser las mujeres las encargadas de gestionarlo todo.

Dolores físicos

El estrés y el sobre esfuerzo comienzan a ganar la batalla. Empiezan a aparecer poco a poco dolores como la congestión muscular, dolores óseos, pinzamientos, hernias, fibromialgia, etc. Todo ello suele producir una sobre medicación para poder paliarlos y seguir cumpliendo tanto las obligaciones como las expectativas que la sociedad nos adjudica.

Caída de pelo

El estrés o la falta de una alimentación equilibrada por falta de tiempo provocan caída de pelo, que en ocasiones puede llegar a agravarse considerablemente.

Falta de sueño

Debido a la falta de horas para descansar o los problemas para conciliar el sueño al final del día, terminamos durmiendo menos tiempo que la media recomendada por los expertos. Con el tiempo esto ayuda a aumentar los niveles de estrés, y como consecuencia todo lo que ella supone.

Alimentación irregular

Cuando las responsabilidades aumentan se termina priorizando a otras personas por encima de nosotros mismos. Esto es lo que suele pasarnos a las mujeres. Los cuidados se han adjudicado al género femenino y, por lo tanto, la mayor parte de nuestro tiempo se va en ello. 

Pasamos gran parte del día pensando en las necesidades de diferentes miembros de la familia, por lo que, en consecuencia, queda poco tiempo para nosotras. Esto hace que al final seamos las que peores atenciones recibimos. Esto se traduce por ejemplo en llevar una alimentación menos equilibrada.

Desde nuestra clínica de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas solemos trabajar mucho este punto. Llevar una alimentación irregular suele generar muchos problemas de salud, como sobrepeso, hipertensión o diabetes.

Consecuencias sociales

Toda esta carga continua hace que al final las mujeres tengan que acabar renunciando a su tiempo libre, a su trabajo remunerado, así como sus propios cuidados personales, físicos y mentales. Todo esto conlleva una serie de peligros en la salud física y psicológica que a largo plazo se van agravando cada vez más.

Los profesionales de la psicología alertan de este riesgo, que va en aumento, dado que cuando sobrevienen crisis sociales, (pandemias, conflictos o crisis), la sobrecarga femenina también lo hace. Cuando esto sucede, las consecuencias que hemos nombrado anteriormente se cronifican, los que pueden llegar a suponer un colapso mental.

Consejos para paliar esta situación

Por desgracia la sociedad no lo va a poner fácil. Los estigmas y las responsabilidades no nos la van a quitar nadie. Son las mujeres quienes yendo a consulta psicológica podrán ir trabajando poco a poco en ellas mismas, y soltando un lastre que no les pertenece sin sentir miedo ni remordimiento por ello.

Si has leído los puntos anteriores y te identificas con ello, pide ayuda. No estás sola y con apoyo podrás mejorar tu calidad de vida.

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