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Es necesario consumir aceite de coco

Desde hace algunos años la popularidad del aceite de coco ha aumentado estrepitosamente, si es para bien o para mal, lo analizaremos a continuación. Desde nuestra consulta de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas, trabajamos el bienestar de nuestros pacientes desde una perspectiva holística. Es decir, contamos con un amplio abanico de profesionales para poder mejorar cada aspecto de los usuarios.

Cuando alguien acude a consultas con dudas, u objetivos, analizamos las carencias y trabajamos con base en ello. En este caso, desde hace tiempo nuestros pacientes nos preguntan mucho sobre la popularidad del aceite de coco, si esta engorda, adelgaza, si es bueno o malo, etc. Toda esta necesidad de conocimiento generalmente viene dada por las diferentes notas que prometen que el consumo de aceite de coco ayuda a adelgazar.

Debemos de decir que nada más lejos de la realidad, el aceite de coco es una grasa, por lo tanto, su valor calórico es muy alto. Es decir, si consumes más de la cuenta se subirá de peso sustancialmente, lo mismo que con el aceite de oliva o la mantequilla. Pero queremos hablar en esta ocasión de su valor biológico o nutricional.

Por qué tiene tanta popularidad el aceite de coco

El aceite de coco se obtiene de la pulpa de coco, que es la carne blanca del coco que se encuentra dentro de su cáscara dura. Los cocos son originarios del sudeste asiático y se han utilizado tradicionalmente en la cocina y medicina en muchas de estas culturas. Su popularidad ha crecido en los últimos años debido a sus posibles beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina y en la cosmética.

El proceso para obtenerlo comienza con la recolección de cocos maduros, que se dividen y se saca la pulpa blanca. La pulpa se tritura y se exprime para extraer el aceite. Este proceso puede ser realizado de manera tradicional, mediante la utilización de métodos mecánicos más modernos y actuales.

¿Es beneficioso el aceite de coco?

El aceite de coco no es más que grasa de coco, pues si definimos qué es cada uno, sería así: los aceites son aquellos lípidos que cuando están a temperatura ambiente son líquidos, y, por el contrario, las grasas se mantienen sólidas. Esto se debe a los ácidos grasos que la componen. Pues cuanto mayor contenido de grasas saturadas, mayor solidez a temperatura neutral.

En el caso del denominado aceite de coco, este cuenta con el 82 % de contenido de grasas saturadas, por lo que se mantiene sólido todo el tiempo, de ahí que su nombre correcto sea grasa de coco. Una vez aclarada que las grasas se conservan sólidas y los aceites líquidos, podemos seguir con la explicación.

Debemos o no consumirlo

Como siempre decimos cuando nos enfrentamos a un alimento, la respuesta no es siempre clara y concisa. En este caso deberíamos decir que depende, si habitualmente utilizamos para cocinar aceite de oliva virgen extra, es mejor seguir haciéndolo. Por el contrario, si resides en países donde lo habitual es consumir mantequilla o manteca u otros aceites refinados, entonces sí podría ser una opción recomendable.

Una de las características que la gente utiliza para consumir un tipo de aceite o grasa, es el denominado punto de humeo. Esto es el momento en el que la grasa empieza a descomponerse por el calor y, por lo tanto, pierde propiedades buenas y gana unas cuantas malas. El aceite de coco tiene un punto de humeo alto en comparación con otros aceites y grasas, lo que lo hace ideal para cocinar a altas temperaturas. El punto de humo del aceite de coco virgen sin refinar es de alrededor de 177 grados Celsius (350 grados Fahrenheit), mientras que el aceite de coco refinado tiene un punto de humo ligeramente más alto, de alrededor de 204 grados Celsius (400 grados Fahrenheit).

Por otro lado, el aceite de oliva virgen extra tiene un punto de humeo de alrededor de 190-215 grados Celsius (374-419 grados Fahrenheit), dependiendo de su acidez y calidad. Este punto de humeo es relativamente alto en comparación con otros aceites y grasas, lo que lo hace adecuado para cocinar a temperaturas medias y bajas, como saltear, guisar y hornear a temperaturas moderadas.

Sin embargo, no se recomienda usar aceite de oliva virgen extra para freír a altas temperaturas, ya que puede quemarse y descomponerse, lo que puede afectar el sabor de los alimentos y la calidad del aceite. Para freír a altas temperaturas, se recomienda utilizar aceites con un punto de humeo más alto, como el aceite de coco o el aceite de girasol.

Nosotros al ser de una cultura mediterránea, contamos con una amplia variedad de aceites de alta calidad. Por ello siempre aconsejamos a nuestros pacientes que utilicen un buen aceite de oliva virgen extra para sus preparaciones diarias, y ya si un día van a tomar alguna fritura pueden emplear el de girasol, que aquí es más económico y fácil de encontrar que el de coco.

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