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¿Qué es el comportamiento nutricional?

Como todos hemos estado observando, el aumento de la obesidad en niños está en aumento, y se debe al cambio tan brusco de hábitos que hemos tenido en los últimos 30 años. Pero no sólo hábitos alimenticios, sino nuestro estilo y ritmo de vida se ha visto alterado y modificado, lo que ha provocado grandes desajustes en la salud. El comportamiento nutricional que tenemos está totalmente distorsionado, ya no es bueno ni saludable. Lo que nos ha acarreado grandes problemas de salud.

En nuestro comportamiento nutricional interfieren tanto la educación familiar como el entorno en el que nos desenvolvemos. Pero lo que tenemos que tener claro es que en nuestro hogar es donde comienza la inculcación de buenos y malos hábitos. Si desde pequeños no recibimos un buen ejemplo en cuanto a nutrición se refiere, lo más probable es que de mayor nuestra relación con la comida sea complicada.

La importancia de tener un buen comportamiento nutricional

La educación nutricional es clave, y está vinculada a la familia, pues será en este núcleo donde con el ejemplo se den los primeros pasos sobre qué es tener una buena alimentación. Cuando nuestro comportamiento nutricional no es el correcto, a largo plazo necesitaremos ayuda psiconutrición para reaprender de nuevo.

Desde psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas, queremos hablar de las claves que hacen que nuestro comportamiento nutricional es tan deficientes:

No parar para comer

Estamos acostumbrados a ir deprisa, pensando que esa es la mejor opción, sin pensar demasiado y, por lo tanto, apartando nuestra salud. Al dejar de lado nuestro autocuidado alimenticio acabamos recurriendo a alimentos altos en calorías y bajos en nutrientes. Pero los peros es que lo hacemos creyendo que son una buena opción.

Este ritmo y estilo de vida se lo traspasamos a nuestros hijos y pasemos una cadena de mala información y malas daciones. Al final del día el estrés y las prisas nos llevan a dormir poco o mal, lo que nos hace volver a elegir erróneamente de nuevo nuestras comidas y prioridades.

No saber leer etiquetas

Por desgracia, pocas personas saben leer de forma correcta las etiquetas nutricionales de los productos que encontramos en los supermercados. Esto hace que elijan productos de mala calidad, suponiendo que son opciones adecuadas a sus necesidades. El mundo de la publicidad lleva haciendo estragos en nuestra alimentación desde hace décadas. Si deseas corregís esto te invitamos al blog en el encontrar artículos sobre como leer etiquetas nutricionales de forma correcta.

Pensar que hacer dieta es pasar hambre

El concepto de dieta que tenemos es erróneo, asociamos que estar a dieta es pasar hambre, pues es la única forma de eliminar esos kilos de más que tenemos. Esto es una dinámica que está dentro de nuestro comportamiento nutricional, y repetimos una y otra vez intentando buscar un resultado que al final del día es temporal.

Pensar que las dietas son solo temporales

El concepto de dieta que tenemos es rígido, con un principio y con un fin y a ser posible de poca duración, porque son muy duras. Esto nos hace creer que hay alimentos prohibidos, provocándonos realidades mentales difíciles de superar. Al establecer que solo se puede comer bien si estás a dieta, y si no lo estamos podemos comer todo lo demás sin control, empezamos a generar culpa y frustraciones hacia la comida.

Al final entramos en un bucle de malestar físico y emocional, que nos hace tomar malas decisiones que vamos perpetuando con el tiempo y traspasamos de generación en generación. Lo que supone más trabajo a la larga para poder mejorar la calidad de vida.

Consejos sobre comportamiento nutricional

Una vez llegamos a la adultez debemos desaprender para volver a aprender nuevos hábitos y suele ser un proceso constante:

  • Aprende a leer etiquetas: es una de las primeras tareas que llevamos a cabo con nuestros pacientes cuando llegan a la clínica. Es indispensable saber elegir productos de calidad.
  • Planifica algunos menús semanales: si siempre tienes a mano opciones de almuerzos o cenas saludables y completas, nos ayudará a llevar una alimentación equilibrada.
  • Optar por alimentos frescos y de calidad: la fruta, la verdura, los frutos secos naturales, proteínas magras, legumbres, etc. Estos productos no llevan lista de ingredientes, por lo tanto, nunca nos equivocaremos al elegirlos.
  • Las comidas principales deben hacerse en familia: de esta forma podremos dar ejemplo a los más pequeños e ir cambiando hábitos e inculcando otros. Parar a comer es algo que hacemos todos, por ello no hay nada mejor que hacerlo juntos.
  • Si vives en familia, tienes pareja, hijos, padres, etc. Podéis intentar ir juntos a comprar la comida semanal, de esta forma todos tomaréis la responsabilidad de elegir buenos productos y aprenderéis los unos de los otros. Es, al igual que comer juntos, una forma de construir hábitos familiares.

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