El embarazo es un periodo delicado, en el que muchos factores intervienen para poder llevar a cabo el crecimiento fetal. Para ello, la alimentación durante el embarazo juega un factor clave, y debe ser cuidada para obtener los mejores resultados. Cada alimento juega un papel importante en el desarrollo del bebé, y es por eso que los profesionales hacemos tanto hincapié en cuidarnos durante este periodo.
Existen muchos mitos alrededor de la alimentación durante el embarazo y el postparto, que pueden llegar a ser un poco contraproducentes. Durante la gestación no hay que comer por dos, pero sí es bueno aumentar la frecuencia de ciertos alimentos ricos en grasas y omega-3, por ejemplo. Por desgracia, nos obligan a enfocarnos mucho en el peso, y esa no es la clave de llevar un embarazo saludable. La clave está en elegir nutrientes adecuados que nos harán más fuertes.
Para romper mitos y crear nuevos hábitos alrededor de este periodo gestacional, desde nuestra consulta nutricional Rompiendo Dietas, hemos creado un taller. Está especialmente dirigido a embarazadas o a quienes estén interesadas en la materia. En este taller te daremos todo aquello que necesitas para poder llevar una buena alimentación acorde a tu embarazo.
Consejos para una alimentación saludable durante el embarazo
A continuación detallaremos algunos consejos básicos que se deben seguir para llevar una alimentación saludable durante el embarazo. Son bastante sencillos, y si tienes dudas, consulta siempre a un profesional o apúntate a nuestro taller, donde pondremos en práctica todo lo que necesitas saber:
Alimentación saludable durante el embarazo: Más calidad que cantidad
Durante el embarazo no hay que comer por dos, hay que comer mejor. Los profesionales solemos recomendar hacer una ingesta que esté alrededor de las 2000 calorías. Pero estas deben estar llenas de nutrientes que aporten alimento al organismo, tanto de la madre como del bebé.
Aproximadamente entre un 60 y un 70 % de la dieta puede estar compuesta por cereales, pan y pasta, siempre integrales. Es necesario intentar comer cinco raciones diarias de fruta y verdura, tres porciones de proteína y dos de lácteos. Estos son consejos que se deben tener en cuenta, pero no tienen que convertirse en una obsesión.
Durante el primer trimestre, el cuerpo aún no requiere calorías extras; por eso, es mejor mantener la alimentación previa al embarazo, y a partir del segundo trimestre aumentar la ingesta añadiendo alimentos saludables. Los productos altos en grasas saturadas y azúcares es mejor evitarlos o solo ingerirlos puntualmente, como un capricho, no como una necesidad. Todo ello acompañado de los suplementos que el médico recomiende.
Un poquito cada poco tiempo
Las náuseas a veces juegan muy malas pasadas, sobre todo los primeros meses. Por ello, es preferible comer pequeñas raciones varias veces al día. Además, las últimas semanas de embarazo el bebé ocupará tanto espacio que no podremos comer mucho de golpe, sino un poco cada ciertas horas.
Esto ayudará a hacer mejor la digestión y nos permitirá tomar tentempiés sanos: frutas, lácteos o frutos secos, como las nueces.
Nutrientes esenciales
Es importante que se ingieran los nutrientes imprescindibles durante el desarrollo del bebé. En esta etapa no pueden faltar calcio, hierro, ácido fólico, yodo y omega-3. Todos ellos son necesarios para la formación del feto.
Casi todos los nutrientes pueden conseguirse a través de una alimentación sana y equilibrada, pero en algunos casos, como por ejemplo el ácido fólico, debe suplementarse.
La hidratación: punto clave
Estar hidratada durante el embarazo es muy relevante, y para ello es bueno consumir unos dos litros de agua al día. Esta acción tan sencilla ayudará a prevenir posibles problemas futuros, como el estreñimiento, la retención de líquidos o el dolor de cabeza. Es mejor evitar las bebidas azucaradas y los zumos.
Alimentos a evitar
Hay alimentos que hay que consumirlos con cuidado o evitarlos totalmente a lo largo del embarazo. Son los siguientes:
- Pescado crudo o sashimi, como el que se utiliza en el sushi. Todos los alimentos deben estar bien cocinados para evitar intoxicaciones.
- Jamón: si está bien curado, con más de 14 meses de tratamiento, podría ser seguro. Pero, como es algo muy difícil de certificar, es mejor evitarlo durante el embarazo, así estaremos seguras de evitar la toxoplasmosis.
- Huevos: deben estar muy bien cocinados para evitar la salmonela. Por eso, si eres fan de la mayonesa casera, evítala durante esta época.
- Quesos: los quesos no pasteurizados pueden contener toxoplasmosis; por eso es mejor no consumirlos. Por suerte, en el mercado se pueden encontrar quesos y otros derivados de los lácteos que ya vienen con una certificación de pasteurización.
Si tienes dudas o necesitas consejos, entra en nuestra web; ahí podrás ver nuestro taller o concertar una cita.