Consejos para una buena alimentación en la lactancia

El periodo de lactancia es una etapa bonita a la vez que compleja, sobre todo para las madres, debido a la demanda que supone para ellas. Durante esta etapa se viven momentos complejos, de ahí que el apoyo psicológico puede resultar fundamental para poder disfrutar y sobrellevar este periodo. Si necesitas ayuda desde nuestra clínica de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas encontrarás todo el asesoramiento necesario para llevar una buena alimentación en la lactancia y un seguimiento terapéutico.

Lactar a un bebe supone un sobreesfuerzo físico y mental para la madre y por ello la alimentación en la lactancia que lleve debe ser acorde a esta exigencia. Como ya sabemos, la leche materna es el mejor alimento que el bebé puede recibir siempre que sea posible. Pero para poder estar a la altura de esta exigencia es bueno que la madre consuma buenos nutrientes. Esto no solo ayudará a mejorar la calidad de la leche, sino al bienestar holístico de la madre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la leche materna porque es la mejor forma de alimentar a un recién nacido o lactante. Proporciona todos los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo adecuado del bebé y también contiene anticuerpos y otros factores de protección que ayudan a prevenir enfermedades. Además, ayuda a establecer una relación cercana entre la madre y el bebé, lo que puede tener un impacto positivo en el desarrollo emocional y social del niño.

Consejos para una buena alimentación en la lactancia

No es una dieta específica lo que se necesita a menos que se tenga algún tipo de trastorno alimenticio. Como por ejemplo padecer de una intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche, por parte de la madre o del bebe, no se requiere en sí una dieta específica. Pero si es importante conseguir un buen equilibrio, aumentado la ingesta de frutas, verduras y cereales integrales para conseguir un buen contenido de almidón.

Las fuentes de proteínas deben ser magras y podemos sacarlas del pollo, los huevos, el queso, las legumbres o el pescado. Recuerda, que aunque el pescado azul es bueno para el desarrollo fetal, no debe ingerirse más de un par de raciones de 150 gramos a la semana, por los problemas con la contaminación. Lo mismo ocurre con las grasas, estas deben ser de alto valor biológico como las que podemos encontrar en las semillas, el aceite de oliva o los aguacates.

Como todos sabemos consumir alimentos ultraprocesados como los dulces, los platos precocinados o la comida rápida, no nos proporcionará una buena fuente de nutrientes. Y sobre todo hay que abandonar las bebidas alcohólicas, la cafeína, una amplia variedad de infusiones y el tabaco. Todo esto puede suponer un riesgo muy alto para los bebés, pues a través de la leche le pasamos todo aquello que consumimos.

Suplementos de vitaminas

Pues este punto es bastante personal, pues dependerá de las circunstancias de cada persona. Por ejemplo, la vitamina D es necesaria para poder mantener los huesos sanos, y se obtienen a través del sol. Pero si se vive en lugares donde en invierno obtenga poca luz, es bueno suplementarla. Por otra parte, tras una analítica podremos analizar cuáles son las deficiencias que tiene la madre, y de esta forma veremos si necesita suplementación. Las más habituales suelen ser:

  • Vitamina D
  • Omega-3
  • Refuerzo de calcio
  • Etc.

Alimentación en la lactancia: que evitar

Más allá de disminuir la cantidad de pescado azul, como hemos comentado en párrafos anteriores, lo cierto es que se pueden consumir todos los grupos de alimentos. Como es lógico, no se recomienda el consumo de alcohol, cafeína o alguna que otra infusión. En teoría se pueden consumir, pero deberás saltar una toma para que el bebé no las consuma.

Solo en caso de que el bebe sufra de alguna intolerancia o alergia, si será necesario restringir el consumo durante la lactancia e ir incorporando esos alimentos poco a poco esos productos. Por desgracia, muchos bebés por diferentes motivos adquieren intolerancia a la proteína de la leche, lo que implicaría que la madre no pueda ingerirla durante un tiempo.

La introducción de alimentos alérgenos en los bebés deben ir introduciéndose poco a poco y de forma aislada para averiguar si se ha superado. Posteriormente, cuando el niño comience con la alimentación complementaria, habrá que hacer el mismo proceso de prueba de alimentos detonantes de alergia.

Aumento de calorías

Las madres que dan el pecho suelen necesitar una mayor ingesta de calorías, aproximadamente 500 más. Pero no es una regla exacta, dependerá de cada mujer y deberás consultarlo en caso de que estés bajando mucho de peso durante la lactancia.

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