Una de las enfermedades gastrointestinales más comunes en la actualidad es el síndrome del intestino irritable, que provoca muchas molestias y dolores a aquellas personas que la padecen. Es un síndrome del que aún se desconoce su causa original, dado que puede deberse a diferentes cosas o factores. Esta afección puede llegar a dañar la seguridad de sus afectados, pues les toca vivir en ocasiones algunas situaciones comprometidas, lo que se suma al malestar.
El cerebro y el intestino son dos órganos que están muy relacionados por lo que se ven afectados. Siempre se baraja mucho la posibilidad de que el estado de ánimo sea uno de los factores que desencadena este problema. Es habitual que las personas que padecen de ansiedad o estrés generan más bilis, líquido que tiene la función de digerir las grasas que entran al intestino, pero a su vez puede ser muy laxante.
Es por ello que si nos encontramos ante una situación complicada que nos genera mucho estrés, se puede comenzar a producir bilis en demasía que se libera al intestino y, por lo tanto, es posible que esto desemboque en una diarrea.
Diagnósticos del síndrome del intestino irritable
El diagnóstico suele llevarlo a cabo un médico especialista, pero, aun así, no suele ser fácil. Muchos pacientes viven con este problema varios años hasta que son diagnosticados, dado que hay que registrar que el problema aparezca al menos 3 días al mes durante unos 3 o 4 meses mínimos. Esto se denomina el método Roma III.
- Mejora de los síntomas tras la evacuación
- Los síntomas aparecen tras un cambio de frecuencia en hacer de vientre.
- Aparecen más síntomas según van cambiando la forma y la apariencia de las heces.
Síntomas
Los síntomas pueden variar en función al periodo en el que se encuentre el usuario, pues alguno de ellos puede ser más persistente:
- Dolor por cólicos e hinchazón en el abdomen relacionados con los problemas por la evacuación.
- Cambios frecuentes en el aspecto de las deposiciones.
- Diferentes frecuencias en los procesos de evacuación.
- Puede aparecer mucosidad en las heces.
- Aumento de gases, produciendo dolor cuando su evacuación se complica.
Esto que hemos enumerado son los síntomas más leves, y por desgracia pocas veces se acude al médico cuando aparecen. Por lo general, las primeras revisiones suelen ser cuando la sintomatología se agrava:
- Empieza la pérdida de peso
- Las diarreas a mitad de la noche se vuelven habituales
- Suele presentarse anemia
- En ocasiones hay vómitos inexplicables
- Dolores persistentes que no se alivian aunque se expulsen heces o gases
Causas
La causa exacta se desconoce, pero hay ciertos factores que influyen:
- Hay personas que tienen intestinos que se mueven más de lo habitual. Esto se le denomina contracciones y cuando estas aumentan también lo hacen las deposiciones y los gases.
- Anomalías en el sistema nervioso digestivo que suele producir malestar en el abdomen cuando este tiene heces o gases.
- Este síndrome puede aparecer después de una infección grave como una gastroenteritis.
- Estrés a edades tempranas. Los eventos estresantes en la juventud pueden desembocar en padecer el síndrome del intestino irritable.
- Cuando la macrobiótica intestinal se daña de manera reiterada puede aparecer este síndrome con el tiempo.
Alimentación recomendada para el colon irritable
Las dietas para las personas que padecen de colon irritable suelen ser personalizadas y con pautas genéricas entre ellas. Desde nuestra clínica de psiconutrición solemos llevar una serie de medidas con nuestros pacientes:
- Recomendamos moderar el consumo de fibra insoluble, la cual procede de alimentos integrales. De esta forma ayudamos a equilibrar y no incentivar el tránsito intestinal.
- Aumentar la ingesta de fibra soluble, la cual podemos encontrar en alimentos como el dulce de membrillo.
- Evitar alimentos ricos en grasas
- Evitar las frutas cítricas como la naranja para disminuir el tránsito intestinal.
- Reducir la fructosa que se encuentra naturalmente presente en toda la fruta. Y como es lógico, nada de zumos ni naturales ni envasados.
- El sorbitol está totalmente contraindicado al igual que las especias picantes, el gas, el té y el café.
- Es muy importante estar hidratado, por ello es necesario beber dos litros de agua al día.
- Trabajar con ayuda psicológica el estrés, pues es uno de los desencadenantes de esta afección.
Alimentos que puede provocar intolerancia
Hay alimentos que por sí solos suelen causar intolerancias y, por lo tanto, pueden dañar el intestino. Entre ellos se encuentra: la cebolla, el chocolate, los huevos, el gluten, la cafeína, e incluso en algunos casos la avena.
Si has sido diagnosticado con el síndrome del intestino irritable, acude a un profesional de la nutrición para poder personalizarte una dieta. Al hacerlo hará que tu vida sea más cómoda y tendrás mayor calidad, pues hacer prueba y error solo en casa con los alimentos no suele funcionar.