Uno de los grandes conflictos que solemos trabajar desde la psicología actual es tratar de solventar los conflictos internos provocados por situaciones externas. Por desgracia se ha normalizado el hecho de llevar una vida frenética y poco saludable para nuestro bienestar emocional. A todo esto se le ha asignado un nombre, llamada hiperproductividad, que es la forma de resumir esa necesidad que tenemos de estar haciendo cosas constantemente.
Llevamos un estilo de vida muy acelerado con poco tiempo para todo lo que se supone que debemos hacer. A esta poca calidad de vida se le suma la aprobación que se le da, considerándola no solo como algo normal sino como algo adecuado y lógico. Pero lo cierto es que todo esto afecta de forma negativa a nuestra psique con el paso del tiempo.
Muchas personas no logran ponerle freno a esta situación de necesitar estar constantemente ocupada o haciendo cosas “productivas”. Con ello se tiene la falsa creencia de que no perdemos tiempo y en verdad lo que estamos haciendo es silenciar alguna carencia que poseemos. Puede llegar a desequilibrarnos psicológicamente debido a la falta de comunicación que tenemos con nosotros mismos.
La hiperproductividad no solo queda reflejada en el trabajo, sino también en el tiempo libre y en aquel que compartimos con los demás. Buscamos pasar de una actividad a otra, ya sea para ascender en puestos laborales como para ir cumpliendo lista de objetivos personales que nos hemos puesto de forma figurativa. Al final, todo ello nos genera mucho estrés cuando alguna de nuestras “prioridades” queda sin resolver.
Problemas de la hiperproductividad
Como hemos comentado, trabajar o estar constantemente pensando en tareas a realizar, haciendo planes muy rígidos y pensando que si no los llevamos a cabo estamos desperdiciando el tiempo y asíentramos en un bucle peligroso.
Disminuye nuestra productividad
Cuando durante un tiempo prolongado trabajamos a un ritmo desorbitado, al final el cansancio nos hace parar en seco. Intentar mantener siempre el mismo estilo de tareas dando todo de nosotros suele traer consecuencias, y finalmentela falta de descanso nos desequilibra.
Aumenta el estrés
Crearnos o adjudicarnos la necesidad de estar realizandoactividades sin parar para sentir que somos productivos puede acarrearnos serios problemas de ansiedad y estrés. Desde muy jóvenes recibimos el mensaje de que no hacer nada es perder el tiempo y estamos constantemente buscando actividades que llenen el espacio.
A largo plazo esto nos supone un sobreesfuerzo físico y mental que como consecuencia nos estresará, llegando a perder apetito, perder pelo, ganar o perder peso, problemas para dormir, etc.
Empeora el descanso
Cuando intentamos ser constantemente productivos, reducimos las horas de descanso, ya que necesitamos más tiempo para poder llevarlas a cabo. Esto supone dormir menos horas y, por lo tanto, descansar menos. Por desgracia esto es muy común y muchas personas ya viven con cansancio crónico, lo que ha empeorado significativamente su salud.
Aumento o falta de apetito
La ansiedad que las personas generan ante esta situación les suele producir ambos polos de un desorden de alimentación. En algunos casos se refleja comiendo de manera impulsiva para aliviar las emociones negativas que siente o todo lo contrario y de los nervios se les cierra el estómago y dejan de comer.
En ambos casos dejan de nutrirse de forma adecuada, lo que las lleva a padecer problemas de salud que pueden agravarse con el tiempo de forma considerable.
Aumento de la ansiedad
Es la asesina silenciosa del siglo, pues millones de personas sufren alguna de sus variantes: ansiedad generalizada, trastornos varios, fobias, etc. Todo ello ha creado una sociedad triste, estresada, agobiada y enferma física y psicológicamente.
Consecuencias
Desde nuestra consulta de psiconutrición, podemos decir que por desgracia, debido a esta necesidad de hacer cosas siempre hacia afuera, las personas acaban acudiendo tarde a tratarse los problemas que tienen hacia dentro. La hiperproductividad no es más que una construcción capitalista que nos obliga a producir sin parar sea lo que sea, y que no nos deja tiempo para pensar y cuidarnos como necesitamos.
Cuando esto ocurre, la sociedad enferma y solo camina por una sola vereda, lo que acaba desembocando en todos los problemas de salud que hemos enumerado en los párrafos anteriores. Si crees que estás viviendo así no dudes en buscar ayuda en psiconutrición Huesca, aunque al principio puedas sentirte eufórico pensando que estás logrando grandes cosas, con el tiempo notarás los efectos adversos de vivir así.