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Alimentos frescos de verano

El verano se acerca, y con él, una subida de las temperaturas que puede afectarnos muy negativamente. Para evitar males mayores, es importante estar siempre bien nutridos e hidratados, de ahí que los alimentos de temporada estén cargados de agua. Viendo la proximidad de las fechas, queremos hablaros de los alimentos frescos de verano y de cómo estos nos benefician en esta época.

Es un tema que hace poco tratamos en consulta con algunos pacientes, dado que en ocasiones desconocemos el por qué es tan relevante comer productos de temporada. Puede parecer algo irrelevante, pero la naturaleza es muy sabia, y sabe que debe proporcionarlos para que el organismo se mantenga sano durante todo el año, estación tras estación. Además, que pocas cosas están mejores, que una buena pieza de fruta de temporada, no solo por su dulce sabor, sino por el precio.

Alimentos frescos de verano

Los alimentos de temporada de verano pueden variar según la región, pero aquí tienes algunos ejemplos comunes de los que suelen estar disponibles durante el verano y que además veremos que cuestan menos que otros.

Consumir frutas y verduras de temporada de verano puede proporcionar una serie de beneficios, pues nos ayuda a equilibrar aquello que más sufre en estas fechas.

  1. Aporte de nutrientes: Las frutas y verduras de temporada suelen estar en su punto máximo de madurez, lo que significa que contienen una mayor concentración de nutrientes. Son ricas en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, los cuales son esenciales para una buena salud y funcionamiento del cuerpo.
  2. Hidratación: Muchas frutas y verduras de temporada de verano tienen un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantener una buena hidratación durante los días calurosos. La sandía, el melón, los pepinos y las fresas son ejemplos de alimentos refrescantes y con alto contenido de agua.
  3. Protección contra el calor: Algunas frutas y verduras de temporada de verano contienen compuestos antioxidantes que pueden ayudar a proteger el cuerpo contra el daño causado por el calor y la radiación solar. Los tomates, las zanahorias y las frutas rojas y anaranjadas son ejemplos de alimentos ricos en antioxidantes.

Cómo tomar alimentos frescos de verano

Durante el verano, podemos sufrir una serie de inclemencias, como son la deshidratación, los cortes de digestión, golpes de calor, mareos o insolaciones. Es una época bastante hostil, sobre todo en zonas como el sur del país. Por este motivo la alimentación es clave y debemos consumir siempre comidas elaboradas a base de alimentos frescos de verano.

Frutas

Se recomienda al menos ingerir unas 4 o 5 piezas o raciones de fruta al día, sobre todo aquellas que son de temporada como el melón, la sandía, el higo o las frambuesas. Todas ellas cuentan con nutrientes y elementos que necesitamos, como la carga de agua o las vitaminas antioxidantes. Son el snack perfecto de media mañana, pues su carga calórica es baja y el proceso digestivo que conlleva es suave, de esta forma evitaremos los golpes de calor y deshidratación.

Verduras

Tomar ensaladas y aliños durante el verano será la mejor solución para combatir el calor y las malas digestiones. Decantarse por ensaladas frescas de lechuga o por aliños de patata y tomate o brócoli con judía verde. Todo ello nos aportará una fuerte dosis de nutrientes y más si las acompañamos de una proteína magra como puede ser el atún o el huevo. Verás que diferencia si cambias las lentejas con chorizo por algo más liviano en estas fechas.

Aunque también es bueno hacer aliños de legumbres que combinadas con un buen hidrato como el arroz, o el bulgur, nos aportará una proteína completa. Además, si la unimos con verduras frescas, tendremos una comida completa y sana.

Sopas frías

No hay nada mejor que tomarse un buen gazpacho, salmorejo o ajo blanco en verano. Son recetas muy sencillas, en las que no hay que encender el fuego y que además nutre e hidrata a partes iguales. Al llevar por lo general una carga alta de verduras y una buena proporción de grasas, solo debemos acompañarlas con algo de proteína e hidrato y será una comida o cena redonda que a todos les gustará.

Helados saludables

La fruta, unida a yogur, nata o agua, puede convertirse en un helado refrescante y nutritivo. El verano es muy largo, el calor agota y poder refrescarnos es clave. De ahí que si no quieres picar con otros productos menos saludables, siempre puedes tener a mano helados caseros, hechos a base de fruta.

Deporte

Lo metemos como alimento, aunque no lo sea, exactamente. No te expongas, pero tampoco lo abandones, usa las primeras horas de la mañana, o las últimas de la tarde para llevarlo a cabo. Mide bien tu tensión y la temperatura que hace antes de lanzarte a ello y siempre mantente hidratado.

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