Como todos ya sabéis los precios están por las nubes y hacer la compra se ha vuelto casi una aventura de riesgo. Esto ha hecho que muchas familias vean mermada algunos puntos de su alimentación. Es lógico, y una triste realidad de muchas personas que se han visto abrumada antes esta nueva situación tan abrupta. Por ello en este artículo queremos dar una serie de consejos sobre como llevar una alimentación saludable económica.
Es posible mantener una alimentación saludable, económica, rica y divertida, aunque parezca imposible. En este artículo, exploraremos estrategias y consejos prácticos para llevar una alimentación saludable en un presupuesto ajustado, permitiendo que todos puedan disfrutar de los beneficios de una dieta equilibrada sin sacrificar su bolsillo. Comer sano no es tan caro como parece, al menos en España por ahora.
Consejos para una alimentación saludable económica
A continuación, desde nuestra consulta de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas, te contamos algunos de nuestros secretos para llevar una alimentación saludable económica:
Planifica tus comidas y haz una lista de compras
La planificación es clave cuando se trata de ahorrar dinero en comestibles. Dedica tiempo a elaborar un plan semanal de comidas y crea una lista de compras basada en ese plan. De esta manera, evitarás compras impulsivas y desperdicio de alimentos.
Opta por alimentos básicos y económicos
Existen muchos alimentos saludables y económicos que pueden formar la base de una alimentación equilibrada. Arroz, pasta, legumbres, frutas y verduras de temporada, huevos y proteínas como pollo y pescado son opciones accesibles y nutritivas.
Aprovecha las ofertas y descuentos
Mantente atento a las ofertas y descuentos en el supermercado. Los supermercados suelen poner ofertas al final del día, por ello es un buen momento para hacer la compra. Además, considera la posibilidad de adquirir productos congelados, ya que suelen ser más económicos y conservan su valor nutricional.
Cocina en casa y lleva tus almuerzos
Comer fuera de casa puede ser caro, pero reduce las salidas un poco, pues las comidas de establecimientos en ocasiones no son muy completas, nutricionalmente hablando. Cocinar en casa te permite tener un control total sobre los ingredientes y el costo de tus comidas. Prepara tus almuerzos y snacks para llevar al trabajo o la escuela, lo que te ayudará a evitar gastos innecesarios y opciones menos saludables.
Aprovecha al máximo los restos de comida
No desperdicies los restos de comida. Utilízalos para preparar nuevas comidas o congélalos para consumir en otra ocasión. Esto te ayudará a maximizar el uso de los ingredientes y ahorrar dinero.
Evita los productos procesados y envasados
Los alimentos procesados y envasados suelen ser más costosos y menos saludables en comparación con los alimentos frescos y sin procesar. Da prioridad a los alimentos frescos y prepara tus propias comidas en lugar de confiar en alimentos preenvasados, que es al final lo que encarece la compra.
Planifica tus comidas
Dedica un tiempo cada semana para planificar tus comidas. Elabora un menú semanal que incluya desayunos, almuerzos, cenas y meriendas. Considera tus necesidades nutricionales y preferencias personales al seleccionar los alimentos.
Crea una lista de compras
Una vez que hayas planificado tus comidas, haz una lista de compras con todos los ingredientes necesarios. Asegúrate de revisar tu despensa y refrigerador para evitar comprar alimentos que ya tienes. Una lista de compras te ayudará a ser más eficiente y a no olvidar nada importante.
Mantén ingredientes básicos a mano
Mantén una selección de ingredientes básicos y versátiles en tu despensa y refrigerador. Algunos ejemplos incluyen granos integrales, legumbres enlatadas, verduras congeladas, huevos, frutas frescas, yogur griego, nueces y semillas. Estos alimentos pueden combinarse de diferentes formas para crear comidas saludables en poco tiempo.
Compara precios
Cada supermercado establece un criterio de precios, y aunque algunos sean similares, en otros verás una amplia variación. Decántate por los más económicos de cada lugar, esto a largo plazo te supondrá una reducción en el presupuesto de la compra que con el tiempo agradecerás.
Es importante destacar que, si bien inicialmente puede parecer que comer sano es más caro, a largo plazo puede ser más económico. Una dieta saludable puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas y reducir los costos médicos a largo plazo. Además, adoptar prácticas como la planificación de comidas, la compra a granel, el cultivo de alimentos en casa y la compra de productos de temporada pueden ayudar a reducir los gastos en alimentos saludables.
Si tienes dudas, te animamos a unirte a nuestras redes sociales, pues en ellas compartimos un sinfín de trucos y tips para llevar una saludable, tanto física como mentalmente. La clave de todo está en intentar encontrar el equilibrio, entre lo que tenemos, lo que queremos y lo que de verdad necesitamos.