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¿Qué es la ingesta por atracón?

Por desgracia, los trastornos de alimentación se están volviendo cada vez más frecuentes; de hecho, la pandemia y su correspondiente cuarentena hicieron que muchos problemas de esta índole afloraran. Uno de los TCA menos conocidos, aunque actualmente se le está dando la importancia que merece, es el de ingesta por atracón. Es un TCA muy complejo que afecta tanto a personas muy jóvenes como a adultos y mayores.

El trastorno por atracón es una condición por la cual alguien ingiere una gran cantidad de comida en un tiempo relativamente corto. La persona suele sentir que pierde el control durante estos atracones: es incapaz de parar y llega a consumir alimentos sin lógica. A diferencia de quienes comen mucho de manera habitual, los atracones suelen darse sin previo aviso, un día cualquiera a cualquier hora.

La diferencia de la ingesta por atracón de otros trastornos alimenticios es que la persona que lo padece no intenta luego compensar con ayunos, vómitos, purgas o restricciones. A continuación, detallaremos algunas de las conductas que presentan las personas que padecen trastorno por atracón. Estas actitudes podrán darte la voz de alarma.

Como todos los trastornos, este también puede variar de leve a grave. Las personas que lo padecen suelen tener obesidad y sentir mucha culpa por la falta de autocontrol que creen sufrir. A nuestra consulta de psiconutrición Huesca Rompiendo Dietas llegan muchos pacientes con esta condición, suponiendo que lo único que les sucede es que necesitan tener fuerza de voluntad y hacer dieta. Por desgracia, todo es mucho más complejo, y para poder abordar esta situación se necesitará más de un profesional.

¿Qué es ingesta por atracón?

Como hemos comentado, este es un problema que debe ser tratado por diferentes especialistas. Lo esencial es desmitificar conductas y dejar de culparnos por tener ciertos problemas con la comida que poco a nada tienen que ver con nuestra fuerza de voluntad.

La mayoría de los pacientes que llegan a nuestra consulta, mujeres sobre todo, vienen buscando soluciones para poder perder peso. Es muy frecuente que lleven años intentándolo, que hayan probado todas las dietas, a cuál más restrictiva, y vengan muy desanimadas y con el metabolismo destrozado. Gracias a que en Rompiendo Dietas trabajamos la nutrición desde diferentes perspectivas, entre ellas la psicológica, conseguiremos muchos mejores resultados en estos casos.

Pocas personas saben lo que es la ingesta por atracón; asocian su peso y sus impulsos por la comida a una falta de motivación o fuerza de voluntad. Conseguir que comprendan que deben sanar y solucionar otros problemas a la vez que se trabaja la nutrición puede ser bastante complejo. En consulta, primamos la salud mental por encima de cualquier cosa. Sabemos que, si esta parte está bien o en tratamiento, las demás se podrán trabajar más cómodamente y con mejores resultados.

Los signos y síntomas conductuales que observamos en personas que padecen de ingesta por atracón son los siguientes:

Comer cantidades grandes

Las personas que padecen trastorno por atracón suelen ingerir en un corto periodo de tiempo una gran cantidad de comida nada saludable. No se sabe cuándo empiezan ni cuando acaban los atracones. Durante todo ese tiempo, la variedad de alimentos que se eligen van desde galletas, yogures, dulces, pan, chacina, leche y zumos hasta fruta.

Hábitos alimenticios descontrolados

Los hábitos alimenticios suelen estar muy descontrolados, los horarios de comida son muy dispersos y los alimentos que se preparan no son muy saludables. Es habitual que, durante los periodos en los que no se está a dieta, el menú sea poco nutritivo y desequilibrado.

Comer sin hambre

Los atracones poco o nada tienen que ver con el hambre real, es más un problema emocional. Por ello, las personas que sufren atracones no pueden parar de comer, aunque se sientan incómodamente saciados. No es cuestión de que no quieran detener la ingesta, es que no pueden parar hasta que el sentimiento haya finalizado.

Comer muy rápido

Suelen comer muy rápido, ya sea durante el atracón como en el día a día; es algo que no pueden evitar, pues la comida supone una fuente de ansiedad. Por este motivo, también suelen comer de más, lo que les hace aumentar de peso rápidamente.

No poder parar de comer

Una vez que el atracón comienza, no pueden detenerlo por ellos mismos, se sienten descontrolados; incluso es mejor no interrumpirlos ni pretender razonar, pues en ese momento no cuentan con herramientas para ello.

Comer a escondidas

Al sentir vergüenza por lo que están haciendo, suelen darse estos atracones cuando no hay nadie en casa o en la habitación. Intentan que nadie los vea para no sentirse juzgados.

Sentir culpa y depresión

Después del atracón, suele venir un gran sentimiento de culpa por no haber sido capaces de parar, por no poder gestionar la gran cantidad de comida que han ingerido y por saber que están engordando sin parar.

Dietas restrictivas

Una de las cosas que caracteriza a estas personas es que, en su búsqueda incansable de querer bajar de peso, suelen pasar por varias dietas muy restrictivas. Esto no hace más que causarles mayor ansiedad y angustia, provocando el temido efecto rebote.

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